miércoles, 16 de marzo de 2011

Andes. Perú. Cordilleras centrales. Cordillera Oriental. Incatana, Pk32 o Tarata. Nevado al S del Huaguruncho

En mayo de 2003 Jordi Marmolejo, Xavier Farré, Oriol Baró y Albert Bargués viajaron al Perú. Desde Lima fueron a Huachón, distrito de la provincia de Pasco, y llegaron a la laguna de Jaico:

«[...] el tiempo empeora y llueve todos los días. Nos dedicamos a arreglar una barraca llena de basura, ¡y ratas!, como campo base.»(1) Esto lo publicó Desnivel, nº 204, 2004, en un interesante artículo sobre la expedición Huaguruncho 2003, que refiere a un «nevado Tarata» de 5050 m en el pie de una foto tomada mientras lo ascendían.

Porción de la hoja 22-l, Ulcumayo, del IGN del Perú.
Imagen modificada por Sevi Bohórquez (2011) sin alterar las cotas originales, aunque añade la de 5122 m y los nombres Huaguruncho e Incatana.


Enigmas de un nevado

Los cuatro alpinistas catalanes querían abrir una vía en el nevado Huaguruncho(2). Para observar de cerca la futura vía, Farré y Marmolejo partieron hacia un nevado situado al oeste de dicha laguna. Este nevado podría ser el Tarata (ca. 5050 m), por la información que recogieron. Caminaron hasta un glaciar pequeño. Después de cruzarlo treparon por la cresta NE, donde superaron algunos pasajes de tercer grado en roca.

La ascensión fue fácil en general, menos para alcanzar el punto más alto. El último tramo era una gran losa de granito en forma de aguja. A unos siete o diez metros de la propia base de esta aguja, Marmolejo encontró en una repisa un clavo de marca Chouinard (antecesora de Black Diamond) que aprovechó como seguro de reunión. Con este clavo había un mosquetón(3) medio fundido por los rayos en muchos puntos.

Cara N de la aguja final del nevado de Tarata o Incatana (5122 m), con el Jancahuay (5160 m) al fondo a la izquierda. Gran parte de la vía seguida por Marmolejo y Farré hasta la cima queda oculta en la cara E, en el lado derecho de la roca.
Foto Jordi Marmolejo, 2003


Escalaron después un largo de Vº (aprox.) para alcanzar la cumbre, donde no encontraron ningún resto de otra cordada. Era una cima puntiaguda, admitiría mal un hito de piedras testigo de la ascensión.

Anillaron la cúspide con una «baga» ('cinta de nailon') que les permitió bajar con un rápel a la base del gendarme pétreo. Destreparon luego durante un rato hasta otro saliente rocoso que también anillaron para rapelar. Excepto el largo de la cumbre, descendieron por el lado opuesto al de ascenso, en travesía por la arista S, para llegar de nuevo a la laguna de Jaico.

Esto es, en síntesis, lo que recuerdan al cabo de siete años los autores de la escalada. Quizá hubieran alcanzado una cima virgen, hecho al que dieron escasa importancia por tratarse del nevado menor que eligieron como observatorio. Incluso omitieron esta ascensión en su nota para The American Alpine Journal (AAJ) 2004.

Tal omisión incitaba a indagar sobre lo enigmático de la cima: su localización exacta, su verdadera altura, quién abandonó aquel clavo y si alguien alcanzó antes el pináculo rocoso final.

Xavier Farré en la arista NE, antes de llegar a la cresta rocosa del Incatana.
Foto Jordi Marmolejo, 2003


El Incatana, Pk32 o nevado de Tarata

Marmolejo me señaló en una porción de la hoja 22-l, Ulcumayo, (escala 1 : 100.000) del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que el Tarata coincide con el «Nevado Yanacocha» de la cartografía peruana. Esta no le atribuye una cota específica. Farré ya había indicado en el citado artículo de Desnivel sobre la hoja oficial:

«El nevado Huagurunchu o Huaguruncho lleva, en los topográficos del IGN peruano, el nombre de nevado Tarata, 5.728 m, y se atribuye el nombre Huaguruncho a su vecino menor (Huaguruncho Chico, 5.309 m), y asimismo a unos cuantos picos cercanos.»

Xavier Farré en la base del gendarme extraplomado que impidió la ascensión de Bishop en 1941.
Foto Jordi Marmolejo, 2003


Pese a tanta redundancia denominativa, y a la falta de concordancia toponímica entre la cartografía y el uso habitual, el nombre del lugar donde está la cima indicaba que ascendieron al verdadero nevado de Tarata; de 5050 m según las curvas de nivel de dicha hoja.

Todos los datos anteriores cotejados con la bibliografía revelan, sin embargo, que el mismo nevado ya recibió la referencia «Pk32», el nombre «Incatana» y distintas alturas. La peculiaridad de su cima, como veremos, siempre atrajo las miradas de quienes visitaron el macizo del Huaguruncho de la cordillera Oriental del centro del Perú.

La altura del Incatana (5122 m) fue triangulada en 1927 por Osborn Maitland Miller cuando estuvo en Cerro de Pasco con The 1927-1928 Peruvian Expedition of The American Geographical Society. Un croquis de William F. Jenks (Bill Jenks) publicado con su artículo en el AAJ de 1941 mostró el Incatana(4), con la cota de Miller. Su cima está a poco más de un kilómetro al norte del nevado Jancahuay, de 5160 m.

Jenks escribió que, a su entender, la cima estaba inescalada y su rocoso largo de cuerda final podría presentar algunas dificultades. Lo sabía porque, el 5 de agosto de 1941, sus compañeros Robert H. Bishop III y John Coyle intentaron alcanzar aquellos 5122 m para continuar por la arista sur hasta el Jancahuay. Bishop relató en el AAJ de 1943 lo relativo al intento, que terminó bajo «un gendarme extraplomado».

El Incatana(5) tiene sólo la referencia Pk32, con altitud de 5132 m, en un croquis del Huaguruncho dibujado en 1956 por John William Rolfe Kempe y John W. (Jack) Tucker. El croquis ilustra un artículo de Michael Horatio Westmacott, publicado en The Alpine Journal (AJ) 61, en Mountain World y en Berge der Welt 1958/59. Este nevado menor está a unos dos kilómetros y medio al SSO de la cumbre del Huaguruncho (5730 m) y, en efecto, al oeste de la pequeña laguna Tarata y de otra mayor llamada «Jayco» en el croquis.

Jordi Marmolejo en la cima del Incatana (5122 m, 5132 m, 16.804 pies) con el nevado Huaguruncho (5730 m) al fondo.
Foto Xavier Farré, 2003


En 1968, Fernard y Francois Rebeyrol, Monique Bruhat, Claudine Tesa y René de Milleville, afiliados al Club Alpino Francés, parece que intentaron alcanzar la cima rocosa, sin conocer su nombre, y comunicaron en el AAJ de 1969: «We first climbed a gendarme 150 feet [45,72 m] below the summit of Jancahuay, just north of it, but we did not reach the top of the peak.»

La primera ascensión

El Incatana fue escalado por fin en julio de 1970, por James Jones y Leif-Norman Patterson. Ambos eran miembros de la expedición de norteamericanos y noruegos que escaló días antes la arista S del Huaguruncho. Patterson dedicó pocas letras a esta primera ascensión, en AAJ 1971: «Jones and I climbed a small, very pretty pinnacle, Incatana (16,804 feet). This is the first summit on the southwest spur, about two miles from Huagaruncho.» Podríamos preguntarnos cómo bajaron de la cúspide sin dejar rastro, imaginando las variadas posibilidades para conseguirlo.

Farré piensa que la cordada norteamericana bajó como él y su compañero. Es posible que, al cabo del tiempo, el viento se llevara la cinta o el cordino que dejaran para rapelar.

Por otra parte, es fácil no caer en la cuenta de colocar un hito en una aguda cima virgen o junto a ella. Sobre todo cuando el objetivo principal es abrir con estilo alpino una vía difícil en un nevado mayor, acerca del cual los alpinistas catalanes fueron bien documentados. Lo prueba dicho artículo de Desnivel, complementado con una guía práctica de la zona del Huaguruncho y del bosque de piedras de Huayllay.

Marmolejo en el segundo rápel.
Foto Xavier Farré, 2003


Notas

(1) La expedición británica de 1941 encontró en condiciones acogedoras para campo base esta misma cabaña, utilizada entonces por la Compañía Minera Nacional peruana.
(2) Al Huaguruncho se le atribuyen varias alturas. La cota 5723 m de la hoja 22-l, Ulcumayo, del IGN del Perú no coincide con otras de uso habitual.
(3) Marmolejo regaló este mosquetón al guarda de la central hidroeléctrica de Tingocancha.
(4)Tal vez el nombre se deba al templo de Inkatana ubicado en un gran aprisco (cercano al nevado Huaguruncho), situado junto a una plaza circular ceremonial cuyo centro tiene una piedra supuestamente utilizada como ara de sacrificios.
(5) Para el licenciado Luis Pajuelo Chávez, «Inkatana es un vocablo puquina-quechua que significa 'donde los Inkas atrapaban al Sol y las Estrellas' o 'donde ellos se transportaban a otros mundos'. Se supone que los orejones y amautas o sabios, con la invasión española, desaparecieron en esta zona.»

Fuentes consultadas

1 Berge der Welt, 1958/59
2 Desnivel nº 204, sept. 2004 y http://desnivel.com/escalada-roca/cordillera-central-del-peru
3 Mountain World 1958/59
4 The Alpine Journal. Vol. 60, vol. 61 y vol. 76
5 Revista Peruana de Andinismo, nº 10, 1971-1972-1973, p. 47. Croquis que localiza el Incatana en la Cordillera Oriental.
6 The American Alpine Journal. 1941, 1957, 1969, 1971, 1976 y 2004
7 The Geographical Review. Vol. XIX. January 1929. nº 1
8 Ulcumayo. Hoja 22-l, Instituto Geográfico Nacional del Perú

Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos

Jordi Marmolejo, Xavier Farré, Luis Pajuelo Chávez

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